MERCURIO

Mercurio se desplazaba a una gran velocidad, volando muchas veces del cielo a la Tierra, de la Tierra al cielo. No es extraño que las palabras mercancía –merx- y comerciar –mercari- estén relacionadas con el nombre del dios: Mercurius.

Como consecuencia de la helenización de la cultura romana, Mercurio fue identificado con el dios griego Hermes.

En efecto, el combinado Mercurio-Hermes acabó siendo la divinidad tutelar de los mercaderes, los ladrones y los magos, o alquimistas, ¿y acaso, en el arquetipo de toda venta, no se esconde el miedo a ser engañado (ladrón) y el deseo de quedar encantado (mago)?… En consecuencia, el vendedor siempre vive en equilibrio.

No es casualidad que Mercurio sea, así mismo, el dios de la elocuencia y de los oradores.

La Apoteosis de Washington es un fresco de gran tamaño plasmado en la Rotonda del Capitolio de los Estados Unidos, en Washington D.C., por el artista italiano Constantino Brumidi en 1865. En dicho fresco, se muestra al dios Mercurio entregando una bolsa de oro a Robert Morris,  el mercader que financió la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

Para recordar la necesidad de flexibilidad de todo comerciante, es muy frecuente ver estatuas de Mercurio en lugares de actividad comercial. En ellas, el dios es mostrado volando o con un pie en la tierra y el otro en el aire, en perpetuo equilibrio.

Un ejemplo de la presencia de Mercurio en el comercio neoliberalista fue, la campaña lanzada por Lacoste, en la que evoca –y adapta- con gran acierto la cualidad mercurial de toda marca: el equilibrio. Los anuncios muestran a diferentes jóvenes, flotando en actitud de dar un paso, con una frase, a modo de eslogan, que dice: “un peu d’air sur terre” (Un poco de aire en la tierra)…


Información recopilada del artículo:

Mercurio, el Dios de los mercaderes; escrito por

FERNANDO GARCÉS BLÁZQUEZ*

Profesor en la Universitat Pompeu Fabra, el IdEC y la Escuela Elisava, en donde imparte cursos de historia de las marcas y la aplicación al branding de la mitología, la literatura y la PNL.